Historia

 

PREFACIO

 

Dios en su Infinita Sabiduría , puso en la mente y en el corazón de algunos Pastores, Organizar el Sínodo General, para la cual tendría que dividirse el Presbiterio Nacional de la Ciudad de México en tres presbiterios, siendo estos formados según la zona geográfica: el R. Presbiterio Nacional de la Ciudad de México, abarcando las iglesias del centro de la república y a la vez el primero en organizarse; le siguió el R. Presbiterio Nacional del Oriente de México; por último el 26 de julio de 1996 se organiza el R. Presbiterio Nacional del Occidente de México, en la iglesia “ El buen Pastor” de Chilpancingo , Guerrero., siendo este al que pertenecemos.

Al existir esta división de Presbiterios, también la Unión de Sociedades de Esfuerzo Cristiano se divide y se hace necesario Organizar Uniones de Esfuerzo Cristiano en cada uno de los Presbiterios.

El Señor teniendo gran misericordia de nosotros, permite la organización de nuestra Unión de Sociedades de Esfuerzo Cristiano del R. Presbiterio Nacional del Occidente de México, el día 23 de Agosto del mismo año (1996), en una Convención de Organización, realizada en la Iglesia Nacional Presbiteriana Conservadora “Puerta del Cielo” de San Andrés Cuexcontitlán, Toluca Estado de México, los día 22 al 27 de Agosto, quedando integrada la primera Mesa Directiva por los hermanos: Presidente: Elías González Bermúdez, vicepresidenta:  Mireya Romero Calixto, Secretaria: Lilia arcos Zamora y Tesorero: Moisés Padilla López.

Al ser de nueva creación nuestra amada unión, no contaba por lo tanto con estatutos propios que la rigieran, adoptando temporalmente como propios los Estatutos de la Unión de Sociedades de Esfuerzo Cristiano del Presbiterio Nacional de la Ciudad de México, por lo que la asamblea de la 1ª Convención Ordinaria, llevada a cabo en Agosto de 1997 en el seno de la Sociedad Mixta de Esfuerzo Cristiano “David y Jonathan” de la CNPC “El Buen Pastor” de Silva de Arriba, Zitácuaro Michoacán, acordó se nombrara una comisión especial para elaborar el proyecto de los Estatutos que regiría nuestra unión quedando integrada de la siguiente manera: Presidente: Elías González Bermúdez, 1er vocal Cesiah Abigaíl Romero López, 2º vocal Concepción Reyes Apolonio, 3er vocal Humberto Bonilla Romero y 4º vocal Joel Hernández Celestino, contando con la asesoría de los Presbíteros, Casimiro Apolonio Luciano Gallegos, Salomón Teodoro Morales Pérez y la Misionera María del Carmen Maya Martínez.

La comisión especial entregó el proyecto de Estatutos , después de un año de elaboración, en la II Convención Ordinaria, celebrada los días 11-16 de agosto de 1998 en el seno de la Sociedad de Adultos de Esfuerzo Cristiano “ Heraldos de Cristo” de la INPC “El Buen Pastor” Chilpancingo Guerreo, donde la asamblea acuerda  que se revisen uno por uno cada artículo e incisos, en los momentos que se tuviera un espacio después de haber tratado los negocios de las convenciones ordinarias subsecuentes, pero debido al poco tiempo en que se analizaban los artículos, no se pudo revisar el total del proyecto de estatutos; por lo tanto la Mesa Directiva del periodo Convencional 2002-2003, propone se convoque a una reunión extraordinaria con el fin de analizar y aprobar los artículos que integrarían dicho proyecto. Siendo la mesa directiva del periodo Convencional 2003-2004, integrada por los hermanos, Isidro Flores del Río, Artemio Celestino García, Cesiah Yaneth Martínez Bonilla y Alicia Bermúdez de Antonio, con el apoyo del Consejero Pbro. Alfredo Bustos Ruíz, quienes llevan a buen término este proyecto. en la convención extraordinaria realizada en la Sociedad  de Adultos de Esfuerzo Cristiano “ Peña de Horeb” de la INPC “ El divino Redentor” Enthavi Temoaya, México, los días  04-07 de Febrero de 2004., se procedió entonces a transcribir el documento final, el cual fue enviado al  R. Presbiterio Nacional del Occidente de México, para su revisión y autorización final.

Por último sólo nos resta decir que todos y cada uno de los que intervinieron en el presente trabajo, lo hicieron con humildad, respeto y amor, sobre todo pidiendo la dirección de dios, así como la sabiduría para hacer un trabajo, digno del dios todopoderoso, jefe y cabeza de nuestra iglesia.

 

“Tus manos me hicieron y me formaron: hazme entender, y aprenderé tus mandamientos”. (Salmo 119:73)